SecurityInside Live: Mundo Hacker Day 2018
Al igual que el año pasado, me voy al evento «Mundo Hacker Day 2018» para asistir en primera persona a las interesantes charlas que grandes expertos en seguridad van a ofrecer.
Al igual que el año pasado, me voy al evento «Mundo Hacker Day 2018» para asistir en primera persona a las interesantes charlas que grandes expertos en seguridad van a ofrecer.
El otro día estaba en una entrevista de trabajo en el que me preguntaban si tenía experiencia en metodologías de desarrollo seguro de software. Tras salir de allí pensé que nunca había escrito por aquí sobre ese tema y es algo que me costó encontrar cuando me quise enfrentar al reto de asimilarlo. Es por eso que os traigo la primera de varias entradas, ¡espero que os gusten!
Cuando trabajas como responsable de seguridad, participar en los procesos de desarrollo de software es una de las tareas en las que tienes que dar lo máximo.
Como es lógico, las aplicaciones estarán expuestas a todo tipo de usuario. Puede que sean para uso interno (limitando un poco la exposición) o pueden estar abiertas al mundo, pero siempre serán un objetivo para los fallos «espontáneos» o «buscados» de seguridad.
En la forma de trabajo que hemos tenido hasta «hace cuatro días», se desarrollaba siguiendo un modelo Waterfall, el que se daba (se sigue dando?) en la Universidad en la que todo tenía una secuencia inalterable basada en:
Todo muy encorsetado, siendo complicado arreglar ciertos problemas o añadir nuevos requisitos sobre la marcha. Es cierto que se logra una mejora al añadir la implementación de prototipos, lo que podría verse como un leve precursor del modelo agile.
En cualquier caso, utilizar este modelo ha llevado en muchas ocasiones a algo parecido al extreme programming donde se termina por lanzar a la papelera el diseño y los requisitos para realizar desarrollos inmersos en un éxtasis de locura, infinidad de horas y mucho café.
El problema de este tipo de forma de trabajar es que da lugar a todo tipo de fallos de seguridad, sobre todo en viejos modelos de pruebas de seguridad «binarios», lo que se traduce en «si da tiempo hago alguna prueba y si no…, pues no».
Como podrás entender, en un mundo en el que cada vez hay más tecnología, en el que todo está conectado y en el que los problemas de seguridad pueden arruinar literalmente negocios y grandes empresas, esa forma de desarrollar ya no es viable.
La multinacional de Redmond archiconocida por el sistema operativo Windows, desde hace años colabora de forma sistemática con gobiernos y organizaciones en la búsqueda de las mejores prácticas en materia de ciberseguridad.
Una muestra de esto es su definición del ciclo de vida de desarrollo seguro, más conocido como Microsoft SDL, que se estableció internamente para todos los desarrollos desde el año 2.004.
Como ejemplo, podemos ver cómo los productos Microsoft han mejorado sustancialmente con respecto a los fallos graves de seguridad detectados antes y después de la puesta en práctica del modelo.
La metodología que nos presenta Microsoft SDL se basa en tres conceptos principales que tendremos que tener siempre en cuenta:
Formación: todos los roles tanto técnicos como de gestión dentro de un proyecto deben estar debidamente formados en seguridad. Puesto que cada día aparecen nuevas vulnerabilidades y nuevos ataques, la formación debe ser continua en el tiempo y de la mejor calidad posible.
Mejora continua: es importante comprender la causa y el efecto de cada vulnerabilidad para evaluar de forma periódica todos los procesos, así podremos implementar los cambios que sean necesarios.
Responsabilidad: será muy importante archivar toda la información necesaria para realizar el mantenimiento de una aplicación cuando aparezcan los problemas. Tener un plan de detección y respuesta ante incidentes de seguridad nos permitirá poner en movimiento a todas las partes implicadas en el mismo.
Es por eso que el modelo de Microsoft SDL se estructura en cinco áreas de capacidades alineadas con las fases clásicas de desarrollo de software:
Con el paso del tiempo y la creciente utilización de metodologías ágiles, Microsoft ha implementado una versión especial del SDL para este tipo de forma de desarrollar. Dicho modelo lo iremos viendo en las próximas entradas.
¿Te lo vas a perder?
El proceso de transformación digital que están abordando las empresas y la sociedad, de forma generalizada, obliga a operar en un entorno diferente y, aunque es cierta la gran oportunidad que se abre tanto en el mundo de los negocios como en la sociedad, hay que ser conscientes de los riesgos. La Ciberseguridad se ha posicionado como el eje de cualquier proyecto de transformación y en la mayor preocupación tanto de CEO, como de CIO y CISO. Ya no se trata solo de proteger sino de ser proactivos y ser capaces de detectar y responder a los ataques de la forma más inmediata posible.
CyberCamp es el gran evento de ciberseguridad que INCIBE organiza anualmente con el objetivo de identificar, atraer, gestionar y en definitiva, ayudar a la generación de talento en ciberseguridad que sea trasladable al sector privado, en sintonía con sus demandas. Esta iniciativa es uno de los cometidos que el Plan de Confianza en el ámbito Digital, englobado dentro de la Agenda Digital de España, encomienda a INCIBE.
CyberCamp 2017 se celebra en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 2017. El principal objetivo de CyberCamp es identificar, atraer e impulsar a todos aquellos que tengan talento en materia de ciberseguridad:
Si no puedes asistir, no te preocupes ya que emiten los Talleres y Conferencias en directo a través de videostreaming:
Lamentablemente, nos estamos acostumbrando a ver noticias constantes de ciberataques desde hace ya demasiado tiempo. Parece que la gente tomó conciencia del problema tras el ataque hace unos meses del ransomware WannaCry gracias a su alta repercusión sobre Telefónica, los centros NHS del Reino Unido y otras organizaciones de todo el mundo (de hecho, las ofertas de empleo se triplicaron en la bandeja de entrada de LinkedIn…).
Es evidente que la amenaza planteada por los ciberdelincuentes está en constante evolución, ya que casi a diario se lanzan nuevos tipos de malware cada vez más inteligentes. De hecho, desde entonces hemos visto múltiples ataques a gran escala en Europa, paralizando los sistemas de información sin discreción.
Todo el espectro de pymes y grandes empresas han sido víctimas de los brotes de WannaCry, de hecho hemos visto como empresas de toda Europa fueron atacadas por un ataque ransomware conocido como «Bad Rabbit».
Es habitual pensar que son las empresas más grandes con marcas conocidas las que están más expuestas a estos ataques, ya que poseen una gran cantidad de datos, lo que podría ser un objetivo claro para los ciberdelincuentes. Pero en realidad las empresas más pequeñas son más vulnerables a los ciberataques, ya que no cuentan con los recursos, tecnología y formación necesarios para prevenirlos.
Con menos recursos, muchas PYMES corren el riesgo de fracasar si no hacen más para protegerse.
Para hacernos una idea, una encuesta de violaciones de seguridad de la empresa EY indicaba que una cuarta parte de las empresas se ven afectadas por una violación de la seguridad cibernética cada mes. No debemos tomarlo como un dato exacto, pero debería servir como una señal de advertencia para las empresas tanto grandes como pequeñas.
A las PYMES no les queda más remedio que aumentar el presupuesto de defensa de seguridad cibernética, pero mientras eso ocurre, al menos deberían pensar en:
Las empresas que no lo tengan, deberían considerar la contratación de profesionales que tengan la experiencia para defenderse de estos ataques. Hay un número creciente de empresas a las que pueden subcontratar, en caso de que no tengan los fondos para contratar a un Responsable de Seguridad.
En cualquier caso, está claro que el problema está ahí y ha venido para quedarse. Como empresa o PYME no puedes quedarte esperando, el momento de actuar es ahora.