De acuerdo al Código Penal español, un fraude (o estafa) es aquel en el que se usa el engaño para producir un error en otro y conseguir lucrarse con ello. Pero lo que es realmente nuevo y nos interesa si somos de los que usamos el ordenador para cualquier cosa, es el delito considerado como “fraude informático”, especificado en el artículo 248.2 del Código Penal.
En él, se explican las estafas de índole informática:
- Los que se valgan de alguna manipulación informática o artificio semejante, consiguiendo transferencias no consentidas de cualquier activo patrimonial.
- Los que posean programas informáticos destinados específicamente a la estafa.
- Aquellos que usen tarjetas o cheques de viaje o cualquier dato de cualquiera de ellos, realizando operaciones que produzcan un perjuicio en sus dueños.
De esta forma vemos cómo la estafa se ha modernizado y ha avanzado tanto que puede llegar a ser imperceptible para las personas que la sufren. Algunas, de hecho, podrían tardar en darse cuenta de que han sido víctimas de un fraude.
En este artículo hablaremos del phishing
Según Wikipedia, Phishing o suplantación de identidad es un término informático que denomina un modelo de abuso informático y que se comete mediante el uso de algún tipo de ingeniería social, caracterizado por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta (como puede ser una contraseña, información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria). El cibercriminal, conocido como phisher, se hace pasar por una persona o empresa de confianza en una aparente comunicación oficial electrónica, por lo común un correo electrónico, o algún sistema de mensajería instantánea o incluso utilizando también llamadas telefónicas
El caso más normal ocurre cuando un usuario recibe un email de su banco instándole a dirigirse a una web externa. Dicha web es maliciosa y sirve para recabar los datos del cliente y obtener su contraseña de acceso.
¿Cómo puedo saber que se trata de phising?
Éste tipo de estafas no abarcan sólo el fraude bancario. Pueden vestirse de muchas formas: emails de redes sociales (Facebook, Twitter…), tiendas de productos (cosméticos, ropa, gafas de sol…), encuestas para páginas webs externas. En definitiva, éstos son los rasgos que suelen tener en común las estafas de pishing informático:
- Faltas de ortografía o de formato: a menudo estas estafas vienen traducidas de otros idiomas o se han hecho sin considerar el aspecto gramatical. Si ves que aparecen palabras mal escritas y la redacción es pobre y con tiempos verbales extraños, ándate con ojo.
- Enlaces externos: tal vez la parte más importante de toda estafa de pishing informático. Te intentarán dirigir a otras páginas webs que, aunque tengan la apariencia de ser originales y auténticas, no lo serán.
- Datos personales: algunas podrán ser peligrosas sólo con el hecho de que entres en ellas, pero la mayoría pretenderán acceder a tus datos bancarios o cuentas personales. En algún momento, te pedirán que introduzcas tus datos de acceso para alguna de tus páginas webs de uso frecuente.
- Estafador lejano: ocurre cuando el delincuente se hace pasar por alguien que generalmente vive lejos, en algún país diferente al tuyo. Podrás detectarle fácilmente si ya desde el principio el remitente es desconocido.
¿Cómo detecto, interrumpo o denuncio el fraude?
En la entrada en la que hablábamos de delitos informáticos te dimos diferentes opciones para denunciar este tipo de ataques, no dudes en echarle un vistazo si te encuentras en esa situación. Siempre podrás presentarte en cualquier comisaría y te indicarán qué acciones debes tomar, pero mi consejos es:
- Corta toda comunicación: sea cual sea el tipo de fraude, lo primero que tienes que hacer es cortarlo de raíz.
- Avisa a tu banco: si es una estafa de tipo bancario y están usando información de una entidad real, lo mejor que puedes hacer es avisarles. A ellos les ayudará en caso de que ocurran más problemas con fraude informático, y a ti te permitirá proteger tu información por si alguien intenta hacerse con ella.
- Cambia tus datos de acceso: si te has dado cuenta tarde o simplemente quieres estar más seguro, intenta cambiar los datos de acceso que creas que estén en peligro.
- Algunos servidores de correo electrónico te permiten marcar el correo como posible fraude. Al menos así se evitará que la estafa se extienda.
- Hazte con una buena aplicación anti-virus y anti-malware que trate de advertirte en caso de que a ti se te pase algún detalle sospechoso.
Recuerda que no sólo es importante el saber cómo actuar tras una estafa, sino también el saber identificarla antes de que ocurra. ¡Toda precaución es poca!